Se le salen los gusanos y pensamos que está bien

Hoy en el transcurso de mi examen oral del libro El vuelo de la reina de Tomás Eloy Martínez, conversábamos acerca de lo mal que están muchas cosas en este pequeño mundito.

Igual y ya lo sabían, de hecho yo ya lo sabía pero no me había animado a desahogarme. Es impresionante ver como las grandes cadenas y los poderosos medios de comunicación ofrecen discursos basados en sus expectativas de lo que debería saber la gente. Todos los días vemos en la televisión, en la radio, en el periódico incluso aquí en Internet, como las noticias son enviadas y autorizadas por unos cuantos y éstas cubren sólo lo que a ellos les parece interesante. ¿Y dónde queda el resto del mundo?

En realidad sólo conocemos lo que está en el pequeño o gran mundo de los jefes en los medios de comunicación, y en general de las grandes corporaciones. Las otras noticias que ocurren no existen o pareciera que existen en un mundo paralelo o en un mundo raro que nadie se preocupa por conocer.

Además de la influencia que recibimos de estas redes hay que pensar en el tipo de personas que están a cargo de estos medios. En el libro nos encontramos con Camargo, un personaje dañado, enfermo y que sin embargo es el gran periodista reconocido y el director de un gran diario de Argentina. Es impresionante el pensar que personas como esta están decidiendo los temas en los que nosotros debemos pensar.

Y no es precisamente que nosotros seamos las víctimas, más bien es que ellos saben aprovechar nuestra apatía con la vida. Porque creemos en todo lo que nos dicen, de hecho ayer alguien me dijo que ya iban a comenzar las lluvias y yo le pregunte por qué es que estaba tan segura. Lo que me respondió fue que lo habían dicho en la tele y que si la tele lo decía era verdad...

A veces creemos que estamos muy bien informados y que estamos manejando la situación cuando los manejados somos nosotros porque sólo vemos las cosas por afuera y superficialmente, y además sólo vemos las cosas que alguien más quiere que veamos. La cuestión es que no le prestamos atención al mundo que nos rodea.

Vez, pero ¿estás mirando?

1 comentario:

Alma Karla dijo...

No tiene idea el gusto que siento al leer este post. Hasta la piel se me eriza. Fue importante nuestra conversación de la mañana.

Vale la pena pensar, escribir, ¿lo nota?